Hoy domingo comenzó a llover en casi toda la zona pampeana, cortando un período de sequía extrema con altas temperaturas que afectó la evolución de los cultivos.
Muchos campos sembrados con maíz temprano sufrieron pérdidas definitivas de lo sembrado, y las sojas están también bajo mucho estrés hídrico. En el caso del maíz, algunos productores decidirán re-sembrar si llueve esta quincena como prevé el pronóstico del clima.
Las lluvias serán generalizadas para la zona núcleo este domingo, con menos intensidad al sudeste y sudoeste. A la mesopotamia, Santiago del Estero y Chaco llegarán a partir del lunes.
Se espera un nuevo evento de lluvia para la semana próxima a partir del jueves también, a partir del jueves. también con foco en zona núcleo. Según contaba el Ing. Eduardo Mario Sierra en los programas de radio Sector Agropecuario y la Hora del Campo. Se estima que las zonas más beneficiadas serán las zonas núcleo, desde el centro bonaerense hacia el noreste, recibiendo en esta segunda quincena de enero entre 50 y 100 milímetros.
Las zonas menos beneficiadas serán Misiones y Formosa, además de Paraguay, que está perdiendo el 50% de su cosecha de son por la sequía.
La pérdida de ingresos por el menor rinde de los cultivos
La pérdida estimada por la Bolsa de Rosario es de 9 y 8 millones de toneladas de soja y maíz respectivamente para Argentina, casi un 20% del potencial de cosecha original de la cosecha gruesa, con un valor directo de US$ 2930 millones de dólares. La pérdida es enorme en el maíz temprano, de un 29% de su rinde, mientras que los maíces tardíos sufrieron menos por la etapa en las que vivieron la sequía, bajando su estimación de cosecha en un 18%.
Si tenemos en cuenta todo el movimiento que genera el campo mas allá del valor de la cosecha, como fletes de camiones, servicios de acopio, servicios bancarios mas todos los comercios e industrias de los pueblos del interior, la Bolsa estima una pérdida económica de 4.800 millones de dólares, que representa nada menos que 1 punto porcentual del PBI.
Recordemos que el Gobierno estima para 2022 un «crecimiento» del PBI de 4.5%, mientras que los privados y el Fondo estiman una recuperación de 2.5%, por lo que en cualquier caso una pérdida del 1% del PBI es importantísima para una macroeconomía zombie como la de Argentina. Un pérdida similar fue parte de los factores que desataron la crisis económica de Macri en 2018 que no se pudo revertir. Otro de los factores de la crisis del 2018 fue el cambio de humor de los mercados financieros internacionales, con suba de tasa, algo que también estará pasando este año.
A nivel de generación de dólares, Argentina perderá 2.65 mil millones de dólares de ingreso de divisas, mientras que el estado dejará de recaudar 1.438 millones de dólares de impuestos, que serán financiados con mayor emisión de pesos o deuda.
La pérdida por clima Niña afectará sustancialmente la rentabilidad de la soja por Hectárea
De acuerdo al análisis de la BCR, muchos productores sojeros verán sus expectativas de ganancia por hectárea pasar a pérdidas. La estimación de rentabilidad para las sojas de primera por el menor rinde pasa de 107 dólares positiva a una pérdida de 138 dólares. En el caso de la soja de segunda, menos castigada por la sequía, pasa de una ganancia estimada de 144 dólares a una de 9 dólares. Cabe aclarar que estos números están calculados en dólares oficiales/falsos de 103 pesos.
Fondo de Emergencia Agrícola
El nuevo-viejo ministro de Agricultura Julián Dominguez «pidió» a su propio gobierno incrementar el fondo para emergencia agropecuaria, tratando de anticiparse políticamente al pedido del diputado Buryaile, radical formoseño y antecesor de Dominguez durante la primera etapa de Macri.
Hoy el fondo es de unos míseros 500 millones de pesos (60 millones de dólares de cuando se aprobó, que se convirtieron ahora en 2.5 millones de dólares). Pasaría a 12.000 millones de pesos (según surgió de comentarios de JM Melo en CNN Campo esta mañana luego de entrevistas con periodistas del interior), que vuelven a representar 60 millones de dólares. Eso representa 0.66% de las retenciones del año pasado, y el equivalente de «sincerar el dolar» atrasado de 103.64 a 104.45: